El otro día encontré esta foto y la miré durante mucho tiempo. Los recuerdos resurgieron dominantes. Esta foto es uno de los muchos testimonios del período de privación del sueño, cuando me arrastraba de día a día, perdida y borrosa.
Pero hoy, mirando hacia atrás, comprendo que el túnel al que me catapultó la falta de sueño sacó a relucir una parte de mí que tenía que liberarse y que pateaba para salir. Una parte que luego necesitaría para afrontar otros retos físicos y mentales, emprender nuevos caminos, adentrarme en mis cuevas oscuras para encontrar el tesoro que buscaba.
Solo entonces, cuando me encontré cara a cara con mis demonios y decidí entrar en una de esas cuevas oscuras, descubrí que yo era el tesoro, era mi evolución personal, era la comprensión de que nuestro propósito en la vida es dar a luz a nosotros mismos, evolucionando como si todo el mundo tuviera que conocernos desde cero.
Y seamos claros: esto los escribo hoy que he salido del túnel, hoy que duermo. Cuando estaba en el tunnel, tenía muy pocos pensamientos de evolución o incluso de supervivencia.
PD. Entonces todavía no sabía exactamente qué tesoro iba buscando: nunca sabes cual es el tesoro cuando entras en una cueva oscura, solo sabes que siempre hay uno. Puedes conectar los puntos solo mirando hacia atrás.