Una de las muchas formas en que les enseñamos a Oliver y Emily a probar todos los alimentos, comer (casi) todo y amar las ensaladas es el buffet de ensaladas.
En lugar de preparar la ensalada en una ensaladera, solemos poner todos los ingredientes en cuencos con cucharas (foto 2) y cada uno se sirve creando su propio plato y aliñando al gusto.
Nuestra regla: hay un número mínimo de ingredientes para elegir y los demás se prueban (luego se pueden no elegir).
Es divertido, los niños practican la independencia (de acción y elección), están motivados para probar nuevos alimentos (a menudo solo para servírselos ellos mismos 💁♀️), no se quejan de lo que tienen en su plato porque lo han elegido ellos y aprenden a comer ingredientes "mezclados" (de más pequeños a menudo les encantaban los ingredientes separados, pero si los mezclaba, los rechazaban).
Además, a todos los miembros de la familia nos encanta este estilo buffet de comer.
Algunos de nuestros ingredientes favoritos: lechuga, tomate, remolacha, anacardos, maíz, feta, huevo duro, pepinos, cebollas cocidas, brócoli, coliflor, setas, aguacate, pipas de calabaza…
¿Has probado alguna vez el buffet de ensaladas?