Feliz 2° cumpleaños, nuestro monito curioso!

Esta mañana tú, papá y Emily estabais durmiendo, así que me levanté a las 5:30 para escribir. (Ya conoces a mamá, tiene esta ambiciosa idea de que un día su blog tendrá un montón de éxito, y por eso tiene que trabajar duro. Las cosas no suceden solas, tienes que hacerlas suceder!)

A las 6:00 apenas había abierto mi ordenador y respondido a unos emails, cuando te despertaste. En aquel momento, sabía que mi esfuerzo de levantarse temprano había sido para nada; que no sólo no había tenido tiempo para trabajar, sino que habría tenido que quedarme trabajando hasta tarde por la noche.

Pero tú te acurrucaste encima mía y me abrazaste tan fuerte que ya me daba igual lo agotada que habría estado. Leímos un libro juntos (cuatro veces!). Cuando viste nubes negras y palmeras bailando con el viento, quisiste ir a sentir el frío en el balcón—a veces olvido que eres un monito curioso—y volviste corriendo rapido en mis brazos para calentarte. Incluso tuvimos tiempo de hacer un poco de arte antes de que papá y Emily se despertaran.

Me encantó nuestro tiempo juntos!

Estás cambiando tanto! A veces pareces tan grande que me pregunto dónde está mi pequeño Oliver. Y luego gritas de frustración porque tu mochila no sale del gancho tirándola hacia abajo… y ahí está, mi niño pequeño!

A veces me vuelves loca! Cuando lloras porque no quieres que cierre la puerta del baño—si sólo pudieras entender que mamá no puede hacer pis con la puerta abierta cuando está la señora de la limpieza! Cuando te digo que te pongas los zapatos y tú los tiras al otro lado de la habitación y escapas corriendo. Cuando no comes nada de lo que te preparamos—durante semanas. Cuando lloras por nada y por todo (eso sí que de verdad me agota!). Cuando te pido que te quedes quieto porque Emily está durmiendo y tú te pones a cantar fuerte; o cada vez que haces exactamente lo contrario de lo que te pido (¡sin mencionar cuando intento la psicología inversa y eso tampoco funciona!)

Pero la verdad es que en esos momentos me gustaría poder recordar a mí misma que persona maravillosa eres.

Sabes, papá y yo hablamos mucho de tí, y a menudo nos contamos todas las cosas que amamos de ti. Nos encanta que te sabes portar bien, que eres amable, dulce, cuidadoso y simpatico. Adoramos tu empatía—y haremos lo posible para nutrirla. Y luego,

amamos de ti como…

…eres tranquilo y reservado en ambientes abarrotados, y luego te conviertes en un payaso para la gente que amas.

…dices ”oh no” cuando ves algo sucio o fuera de lugar.

…pides el permiso con el dedo levantado cerca de la boca y diciendo ”Sí”?—es muy difícil decirte que no.

…caminas hacia mamá con los labios a forma de corazón listo para darle un beso antes de salir para el colegio.

…te iluminas y gritas “kiiiii” cuando zia Cri nos llama con FaceTime. That’s love!

…dices jirafa en italiano: “Kau-fau-(grande respiro)-ffa”—qué desilusión cuando te darás cuenta de que no es una palabra verdadera en ningún idioma!

…dejas todo lo que estás haciendo si te digo que vamos a ver a Bella. Qué maravillosa amistad estáis construyendo!

…abrazas y besas a Emily cada vez que puedas. La manera en la que os miráis nos emociona!

…insistes en ponerte dos calcetines diferentes en los pies.

…nos pasas un plato levantándolo sobre la cabeza y poniéndote en media punta, cuando vaciamos la lavavajillas.

…dices todos los nombres de tus amigos para que papá los incluya en la canción de la buenas noches.

…pones Lola en cada frase—”Oli, que comiste hoy?” “Siso (arroz), pan, Lola!”.

…nunca te cansas de preparar el desayuno con papá.

…nos hablas durante minutos, gesticulando y haciendo pausas como buscando la palabra. Sentimos no entender el 90% de lo que dices, sabemos que es frustrante para ti, pero no te preocupes, todos hemos pasado por allí!

Sé que es difícil para ti entender cuanto te amamos—un día, mirarás a tus hijos en los ojos, y lo sabrás! Hasta entonces, podemos decir que es como cuando nos coges los mofletes con las manos, nos besas fuerte en la boca y te ríes! Sí, así de mucho!

Feliz cumpleaños, nuestro monito curioso!