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El día de Acción de Gracias

Carlotta Cerri
Salva

Sabéis que soy un amante de la verdad.

Sabéis que no les miento a mis hijos.

Sabéis que no aprecio la mentalidad de "no digas verdades incómodas a los niños para protegerlos".

Los niños no necesitan estar protegidos de verdades incómodas, necesitan estar protegidos de mentiras, amenazas, bofetadas, castigos, azotes. Las verdades "incómodas" – muerte, sexo, racismo, homofobia, la lista es larga – les dan empatía, una mente crítica, una comprensión profunda del mundo y las herramientas para permanecer inquisitivos, curiosos y un poco escépticos.

Con estas premisas, hoy me gustaría contarte una mentira que tantas culturas alrededor del mundo, y Estados Unidos es su mayor representante, le cuentan a los niños: la historia del día de Acción de Gracias.

La narrativa esta mal

La narrativa que aprendemos en los libros escolares es una amistad: los colonos que tienen hambre y les cuesta tener buenos cultivos y los nativos que los ayudan. Y aunque hay pruebas de que algunos de estos vagos detalles son verdaderos, la verdad "incómoda" a menudo se oculta.

Lo que la narrativa pasa por alto es que los colonos eran asesinos, incluido Cristóbal Colón, muy celebrado en los libros por sus conquistas (¡yo no lo llamaría eroe!). Fueron opresivos, violentos y brutales. Robaron tierras indígenas, trajeron enfermedades mortales de Europa, secuestraron a hombres, mujeres y niños para venderlos a los europeos ricos como esclavos.

Todo esto significa que el día de Acción de Gracias tiene sus raíces en el genocidio de los nativos de América. Después de la aparición de Cristóbal Colón en Estados Unidos, la población indígena pasó de más de 15 millones a menos de 280.000 en menos de 400 años.

No perpetuamos una mentira

En nuestra casa no quiero perpetuar una narrativa equivocada.

No quiero llamarle fiesta un día que fiesta no es. No aprecio que mis hijos vean las tradiciones que trae el Día de Acción de Gracias hoy, sin siquiera saber la verdad de ayer.

Como padre, tengo la responsabilidad de poner fin a las narrativas falsas escritas para endulzar la realidad y enseñar la historia a mis hijos con precisión, de una manera que honre las perspectivas de todas las personas, especialmente aquellas que han sido históricamente marginadas.

Con los niños hablamos así

  • Cuando los colonos llegaron a América, robaron las tierras de los indígenas. Pudimos hablar de esto al descubrir la historia del Tratado de Waitangi entre la corona inglesa y los nativos maoríes. Por ejemplo, leimos esto en Waitangi: "Aquellos que firmaron el tratado de Waitangi fueron fuertemente influenciados por la promesa de paz y seguridad. Pero convertirse en ciudadano de Nueva Zelanda trajo conflicto, dolor y muerte a los maoríes. Durante los siguientes cien años, cada generación experimentó la guerra. Primero para defender tierras y derechos. Luego en conflictos entre naciones en el extranjero".  

  • Los nativos ayudaron a los colonos a sembrar los campos y no pasar hambre y que el primer Día de Acción de Gracias fue una fiesta por la buena cosecha. Pero los colonos no dieron de verdad las gracias a los indigenos con sus acciones futuras.
  • La historia lamentablemente no tiene final feliz, porque los colonos mataron a la mayoría de los nativos. ¿Porque? Porque no todas las personas conocen el respeto y lamentablemente cuando la gente quiere más poder, dinero y territorios hace cosas terribles en detrimento de todo y de todos. Hoy sigue así. (Con lo niños, hemos tenido la oportunidad de hablar de esto muchas veces sobre explorar la barbarie que el hombre le hace al planeta y a los animales).

Los niños son capaces de procesar verdades incómodas y las verdades incómodas les enseñan que el mundo no es como lo vemos, pero puede ser como lo creamos. Y esto solo puede suceder cuando estamos en posesión de la verdad.

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