Montessori VS "el mundo real"

«Crío a mis hijos Montessori, pero fuera de nuestra casa" el mundo real "es todo menos: ¿qué hago?».

Respondo mucho a esta pregunta: al elegir una educación alternativa, ¿cómo te acercas al "mundo real"? Los padres me escriben: «En la escuela usan castigos y recompensas, y una escuela Montessori no es una opción para nosotros; los abuelos, con todas las buenas intenciones, no parecen ser capaces de cambiar sus métodos. En casa aplicamos Montessori, pero en la vida real siento que puedo hacer muy poco. ¿Cómo ayudo a mis hijos a afrontar el mundo real?».

En primer lugar, aunque pueda ser cierto que en "la vida real" los padres puedan controlar poco, sé que incluso los padres que envían a sus hijos a escuelas tradicionales o dependen de los abuelos durante el día pueden elegir Montessori, crianza respetuosa y/o disciplina positiva para criar a sus hijos en casa.

La familia (especialmente en los primeros seis años) es el punto de referencia más importante para un niño. Lo que hacemos los padres en casa es lo que marca la diferencia entre la percepción de lo correcto y lo incorrecto en la mente de nuestros niños. Ese es exactamente la ayuda que nuestros hijos necesitan para afrontar el "mundo real".

También te invito a reflexionar sobre esas palabras: "el mundo real". Hablar de la realidad refiriéndonos a lo que encontramos fuera del hogar subestima las decisiones que tomamos en casa. La educación a largo plazo que has elegido para criar a tus hijos ES VUESTRA REALIDAD.

Créelo, haz de esta elección una parte de tu estilo de vida – no es solo un método alternativo para criar a los niños – y te aseguro que comenzarás a ver las cosas de manera diferente.

No podemos controlar a los demás y su comportamiento. El mundo fuera siempre será menos ideal que el que podemos crear para nosotros mismos en casa, donde todo depende de nosotros y del trabajo que estemos dispuestos a hacer sobre nosotros mismos. La educación a largo plazo no se refiere al mundo exterior, es un viaje íntimo y personal de cada individuo que se refleja en (y trae beneficio a) la familia – y que, tal vez, podría inspirar a otros individuos y otras familias.

En la práctica

Y para responder a la pregunta "¿cómo ayudo a mis hijos?" de manera más práctica:

• Háblales de las elecciones de otras personas (profesores, abuelos…), sin juzgar: solo describe y señala la diferencia con lo que hacéis en casa;
• Haz preguntas a tus hijos, pregúntales qué sintieron cuando escucharon cierta frase ("si no paras de correr, llamo a la policía") o cuando vieron cierta acción (la maestra que castiga al amigo);
• Pregúntales "¿Qué hacemos en nuestra familia?" y usa esta expresión "en nuestra familia" cuando hablas de estos temas, para señalar que siempre podemos elegir hacer algo diferente a los demás, que podemos elegir el tipo de educación, las palabras que usamos, nuestro comportamiento, nuestras (re)acciones: esto puede ayudar a nuestros hijos a entender que la forma en que nos comportamos y las palabras que usamos son SIEMPRE una elección personal.
• Se consistente en tus elecciones. No cedas ante amenazas o "mentiras blancas" cuando nada parece funcionar. No perpetúes comportamientos y mentalidades que no quieres ver en tus hijos. Confía en la educación que has elegido y cree en el cambio que deseas promover. Si queremos que el "mundo real" sea cada vez menos diferente, primero tenemos que educarnos a nosotros mismos.

Criar a nuestros hijos a largo plazo puede parecer que no tiene sentido en nuestro presente, pero marcará la diferencia en su futuro.

Si te interesa saber que es la educación a largo plazo y como aplicarla en tu familia, te inivito a echar un vistazo a mi curso lonline para padres "Educar a largo plazo".