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Eduquemos nuestros hijos a la diversidad

Carlotta Cerri
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El lunes leí una publicación en IG de una familia italiana de dos papás y dos niños que siempre recibe muchos comentarios de odio, maldad y enojo de personas que no respetan o aceptan que dos hombres se amen y críen niños juntos. Comentarios como "sois dos pedazos de m**** egoístas por criar hijos sin una madre". Comentarios de personas que deseaban que hubiera una sentencia de muerte por ser homosexuales.

Mi gente, en mi país.

Pienso en los comentarios de esas personas y siento un nudo en la garganta, tengo lágrimas en los ojos. Puede parecer raro, pero a veces me siento aún más avergonzada por la raza humana cuando se trata de mis connacionales.

Por supuesto, no ayuda vivir en un país católico como Italia donde incluso el sexo heterosexual es un tabú — se hace, pero no se habla — y se niega la educación sexual a los niños en las escuelas. Un país donde los eurodiputados llaman a la educación sexual "un manual de corrupción de menores" (1) y los cardenales definen la diversidad como "una preconcepción contra la fe familiar y religiosa" (2). Un país donde los párrocos organizan rosarios para rezar por la conversión de los homosexuales (3).

Lo admito, me desmoraliza. Me pregunto cómo podemos cambiar la educación de los niños en un mundo donde los padres no quieren educarse a sí mismos; me pregunto cómo podemos educar para la paz en un mundo que lucha; me pregunto qué podría cambiar yo, Carlotta, con mi pequeño curso online sobre la educación respetuosa, si todavía hay tantas familias que eligen enseñarles odio a sus hijos.

Y luego recuerdo a Maria Montessori, mi guía, mi faro en los últimos años. Ella, que a pesar de vivir la guerra verdadera, dedicó toda su vida a desarrollar una pedagogía y una filosofía que educara a la paz.

Y así me encuentro, me recalibro. Y una vez más entiendo que no importa cuánta mierda (pasame el término) hay en el mundo. Importa cuánto trabajo hago yo y cuánto trabajo haces tú para criar a adultos que verán esa mierda por lo que es y trabajarán para convertirla en flores. Para ser, crear y exigir un futuro mejor.

🌸 Estoy compilando una colección de libros para niños que promueven la diversidad, cualquier diversidad (posiblemente con temas reales y sin animales que hablan): si conoces algunos, te pido que lo escribas en los comentarios. Si no conoces ninguno, te invito a que busques uno tú mism* (4): si no nos educamos a sobre la diversidad a nosotros mismos, antes de educar a nuestros hijos, continuaremos a criar adultos que se negarán a aceptarla. Adultos que preferirán luchar entre sí en lugar de tomar partido por causas que realmente importan.


Las notas que encuentras en el texto:

1. Palabras de Paola Binetti, miembro de Scelta Civica en noviembre de 2013 sobre un informe de 2010 de la OMS.

2. Palabras del presidente del CEI, Angelo Bagnasco, en marzo de 2014 contra la iniciativa del gobierno de Monti "Educar para la diversidad en las escuelas".

3. En este caso, me refiero a un evento en Lizzano (Italia) el 14 de julio de 2020: me enteré a través de las historias de Instagram de @francescatherebel.

4. ¿Alguna vez has pensado que vivimos en una sociedad donde se usa siempre el masculino para referirse a grupos mixtos de hombres y mujeres? Solo en los últimos años hemos comenzado a ver intentos tímidos de "eliminar el género" (hablando gramaticalmente). Por ejemplo, para no discriminar, en la conversación escrita, se puede usar un asterisco o una arroba: "todos están invitad*s" o "sois tod@s hermos@s". Todavía no sé si lo haré mío, porque todavía no entiendo si tiene valor verdadero, pero lo estoy evaluando. ¿Qué opinas tú?

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