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Ruta de senderismo "El Coto" con Oliver de 19 meses

Carlotta Cerri
Salva

El domingo pasado Alex tuvo una idea genial: llevar a Oliver para hacer su primera excursión de senderismo en montaña. Antes de que llegara Oliver, íbamos a menudo de senderismo, nos gustaba el tipo de actividad y era perfecta también para nuestra perra Colbie. Alex se acordó de un sendero corto, unos 500 metros en cada dirección, en la cercana localidad de Istán, que nos pareció perfecto para Oliver. Decidimos probarlo y fue un éxito!

Si vives en Marbella o vienes a visitar con niños pequeños y quieres hacer algo diferente, sumergirte en la naturaleza y respirar aire fresco de la montaña, la Sierra de las Nieves es el lugar ideal, y este recorrido en particular es perfecto para una excursión mañana en montaña con picnic! Y como las imágenes hablan por sí solas, he decidido hacer un reportaje fotos; espero que te guste.

Al entrar en el pueblo de Istán (a unos 20 minutos de Marbella), una subida a la derecha te llevará a una pequeña plaza donde se puede aparcar fácilmente. A tu derecha, verás una calle como ésta que te llevará justo a la entrada de sendero (y es la única parte en carretera).

Después de unos doscientos metros, encontrarás la entrada a la ruta “El Coto”.

Como podrás leer en el cartel (me encantan los carteles y hay muchos a lo largo del camino, con los nombres de diferentes plantas y animales!), “El Coto” es una antigua red de acequias árabes que se utilizaban para el transporte de las aguas, tanto para riego como para uso doméstico, y ahora es una hermosa zona de recreo con jaulas de pájaros y senderos del bosque.

Como queríamos que fuera los más fácil posible, decidimos seguir el camino principal no haciendo caso a los muchos diferentes senderos y escaleras naturales que se pueden tomar (bueno, sí que cogimos un pequeño desvío ;-) Pero primero, un poco de protector solar como el sol aquí en las alturas pega muy fuerte!

Como puedes ver, el canal de riego se extiende a lo largo de todo el sendero (que es donde Colbie caminó todo el tiempo, en el agua) y Oliver estaba tan fascinado por él que trató varias veces (como un millón de veces) de bajar al agua. En este recorrido encontrarás una jaula grande con muchas diferentes aves pequeñas y una con dos hermosos patos blancos.

También verás un montón de diferentes plantas y árboles, incluyendo árboles de fruta (vimos limones, aguacates, castañas e higos) y casi al final de la ruta, antes de llegar a la carretera, pasarás por una pequeña casa semi abandonada con gallinas, gallos y gatos. Y hay también fuentes donde se puede beber agua fresca de montaña.

Al llegar a la carretera que está al final de la ruta, nosotros paramos para un pequeño picnic en una zona aposta con mesas y bancos al otro lado de la calle. Después empezamos la vuelta y volvimos a la entrada principal, esta vez tratando de hacerlo más divertido para Oliver, que empezaba a cansarse.

Desvío al Nacimiento del Nogal

A la ida, antes de llegar al final del camino, vimos un letrero a la izquierda que decía: “Nacimiento del Nogal”. Sé que habíamos decidido no tomar desvíos, pero esto parecía corto (ya que podíamos oír el agua muy cerca) y estábamos seguros de que Oliver podía hacerlo, por lo que decidimos ir. Vale la pena y fue una verdadera aventura para Oliver!

Pasamos un pequeño puente muy mono y seguimos el sendero a la derecha (la vez siguiente cogeremos el de la izquierda).

Llegamos a una pequeña “plaza” con un techo de árboles y atravesamos una acequia.

Y finalmente llegamos a nuestro objetivo, el Nacimiento del Nogal.

Por supuesto, quisimos descubrir dónde llevaba ese pequeño camino que se ve en la izquierda de la acequia, así que bajamos los escalones de piedra a la izquierda (muy resbaladizo) y seguimos el sendero hasta un lugar precioso inmerso en el bosque, rodeados de árboles, con la luz del sol que brillaba a través de las ramas y daba el efecto de millones de tonos de verde a nuestro alrededor. ¡Hermoso! Por desgracia, las fotos no lo captan bien.

A la vuelta hacia el pueblo de Istán, Colbie se puso muy sucia por caminar en el agua y rodarse en la tierra…

Pero nosotros no podíamos estar más contentos! :-)

Cuando llegamos a la plaza de aparcamiento, decidimos entrar en el pueblo y sentarnos a tomar un café en la única cafeteria que encontramos (cruzando la plaza y recto recto recto) para dar a Colbie la oportunidad de secarse antes de entrar en el coche. Ah, por supuesto Oliver se quedó dormido a la vez en cuanto arrancamos el coche… que es siempre buena señal de “mission accomplished”! ;-)

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