¿No es difícil deshacerte de todo lo que tienes? (Estamos vendiendo todo para viajar por el mundo)

¡SÍ!

Oh wow, es tan difícil! ¡Mucho más difícil de lo que pensaba!

Hay tantas cosas materiales que me cuesta dejar.

Mi escritorio amarillo, que me ha visto crecer como escritora año tras año, reinventarme una y otra vez — se ha convertido en un recordatorio de que puedo covertirme en lo que quiero y cuantas veces quiero.

Mis zapatos de baile, que han sido compañeros de noches interminables de salsa, de ensayos de baile, de espectáculos en teatro — zapatos que he desgastado, roto, pegado, unido con cinta adhesiva y vuelto a usar.

Los muebles Montessori de los niños, que me han visto evolucionar como mamá, hacerme más segura y paciente — y han sido el fondo de muchos de mis posts.

Mi licuadora, porque no hay nada mejor que un batido frío en verano y una sopa caliente en invierno.

Alguien me dijo el otro día: “Son solo cosas materiales, puedes reemplazarlas”.

Es que no es ese el punto. Sí, son solo cosas, y sí, puedo reemplazarlas eventualmente. Pero el punto es que no quiero reemplazarlas, no por mucho tiempo. Me estoy deshaciendo de ellas para adoptar un nuevo estilo de vida hecho de experiencias en lugar de cosas, de vida minimalista, de consumismo casi-cero, de máximo respeto por lo que tenemos porque es todo lo que tenemos.

Quiero que este viaje alrededor del mundo sea mucho más que un viaje a lugares, quiero que sea un viaje dentro de nosotros mismos, una experiencia de nuevas formas de ver la vida y las personas, encontrar la felicidad en nosotros mismos y entre nosotros, no en una nueva aspiradora u otro vestido para un armario lleno de ropa.

Y, por favor, no te sientas juzgado por mis palabras si acabas de comprar una nueva aspiradora u otro vestido para tu armario lleno de ropa: esa es tu vida (y la mía, hasta hace unos meses!), y espero que te haga feliz.

Mi vida simplemente está tomando una ruta diferente, una que no había previsto y que trae un nivel y significado de felicidad completamente nuevo. Este es el camino que siento que debo seguir no solo para mí, para nosotros y nuestros hijos, sino para el medio ambiente y todo aquello en que creo.

Así que sí, dejar mis cosas es difícil, porque la mayoría es mucho más que “solo cosas”, son recuerdos y vida. Pero a veces necesitamos deshacernos del pasado para renacer de las cenizas de nuestro antiguo yo. Es difícil, un viaje en sí, pero también es muy liberador y empoderador.

Una de mis citas favoritas desde siempre ha sido:

“El pasado es como un ancla que nos retiene. Necesitas dejar ir quién eres para convertirte en quien serás”.

Supongo que en este momento de mi vida, esto significa deshacerme de las cosas que pensaba que me definían, para dar a mi vida y a mi misma un nuevo significado. Deséame suerte.

Actualización 2021

Estamos felices. Tenemos muy poco y no nos falta nada (nada material). Con el tiempo, hemos mejorado en no comprar nada superfluo o que no necesitamos y nos sentimos felices – porque después de tres años en el viaje de la sostenibilidad, me he dado cuenta de que la única forma de ayudar realmente a nuestro planeta no es reciclar, elegir mejores marcas, evitar el plástico en el supermercado, considerar la carne un lujo (aunque todo esto sea verdaderamente necesario)… la única forma de ayudar realmente a nuestro planeta es reducir drásticamente las cosas que compramos.

Necesitamos mucho menos de lo que pensamos.