Pensamientos sobre el segundo embarazo — 12 semanas

En primer lugar, quiero pedirte disculpa si esta semana la newsletter tiene solo un post. Hemos estado muy ocupados con todos los cambios que están a punto de llegar y no he tenido mucho tiempo para escribir.

Al final de esta semana o comienzo de la siguiente, nos mudamos! Quiero escribir un post sobre esta nueva aventura, no sobre la mudanza en sí (aunque seguramente escribiré sobre mudarse con niños pequeños!), sino sobre el cambio de vida radical que hemos elegido. ¿Curiosos? Creo que es una historia bonita y ya que me ha enseñado mucho, la compartiré contigo tan pronto como pueda.

Mientras tanto, nuestro apartamento está lleno de bolsas y cajas, y aún así en cada habitación todavía hay cosas para poner en más bolsas y más cajas. Y yo que creía estar viviendo de manera minimalista… es increíble la cantidad de cosas que se acumula en cinco años, incluso cuando haces limpieza regularmente dos veces al año! Lo bueno es que estamos tirando o vendiendo por lo menos la mitad.

Pero ahora te dejo con algunas reflexiones sobre este segundo embarazo, ya que hoy es un pequeño hito—12 semanas. En la eco de ayer todo estaba perfecto, nuestro monito es sanísimo y muy, muy activo (que si es una señal de lo que va a llegar… socorro! ;-)

• Es cierto, siempre se olvida lo malo: me había olvidado lo molesto que son las nauseas! Pero esta vez parece que mi cuerpo sabe que soy madre, así que las nauseas comienzan por la tarde o por la noche, cuando Alex está en casa y tengo un poco de ayuda con Oliver. La naturaleza es savia.

• Socorro, la barriga crece mucho más rápido! En el primer embarazo casi no se vio nada hasta los 6 meses, pero ahora en tan sólo tres meses ya tengo barriguín. Ya veremos si entraré en mis trajes para el espectáculo de danza de septiembre…

• Mi frente está llena de espinillas y lo odio odio odio! Nunca tuve espinillas de adolescente, no me lo puedo creer que tenga que soportarlas ahora que tengo 30 años. Malditas hormonas! Y, por cierto, no hay remedio natural (limones, bicarbonato de sodio, etc) que funcione!

• Todo parece menos real. Me da un poco de vergüenza por decirlo, pero casi no he tenido tiempo de pensar en este segundo embarazo. Sé que el segundo monito está allí, que lo conoceremos en diciembre/enero, en las ecos siempre se mueve como un gusanito loco, pero entre Oliver, la mudanza, el blog, el trabajo, los ensayos de baile… A veces me olvido las citas médicas, las ecos, las análisis de la sangre… a veces incluso me olvido de que estoy embarazada! Por supuesto, después llega la noche y me lo recuerda de la manera menos agradable!

• El primer embarazo tiene una magia propia. Cuando estaba embarazada de Oliver, todos los días me perdía en mis pensamientos, soñando con el momento en que finalmente lo íbamos a conocer. Acariciaba la barriga y ya estaba enamorada. No es que no tengo ganas de conocer a nuestro segundo monito— por supuesto tengo muchas ganas!—pero debo admitir que la magia de la primera vez ha desaparecido. Tal vez porque este embarazo está tan cerca del anterior? Te ha pasado a ti también?

• Esta vez todo parece más fácil. Tal vez porque ya lo hicimos una vez, sabemos lo que nos espera y no hay estrés por si ”lo estamos haciendo todo correcto?”, pero esta vez todo lo relacionado con el embarazo parece más relajado y fácil. Espero que siga así.

Esto es todo por ahora. Te deseo una bonita semana, productiva y relajada al mismo tiempo. Y si pasas por el blog a lo largo de la semana, encontrarás un post sobre nuestro primer día de alimentación complementaria (que muchos me habéis pedido) y, si consigo escribirlo y traducirlo antes del viernes, tal vez un post sobre el cambio de vida radical que he mencionado antes.

¡Qué tengas un feliz martes!