A mi hombre bonsai, feliz primer cumpleaños
Hoy Oliver cumple un año. Así que este post especial es todo para él.
Mi hombre bonsai,
No voy a decir que me has cambiado la vida, porque no puedo ni recordar una vida sin ti.
No voy a contar todo lo que me has enseñado en esto primero año juntos, porque acabaría con una carta interminable.
No voy a recordar lo intenso que fue ese domingo de hace un año. Pero sí que fue uno de los mejores días de mi vida.
No voy a decir todas las cosas que amo de ti—tu olor, tu aliento, tus pies (hasta cuando huelen mal!), tu ser casi una copia exacta de tu padre, tu coletita natural, tu mirada a 20 cm de mi cuando te doy el pecho, tus sonidos. Ops, al final he dicho muchas, no puedo evitarlo.
No voy ni a decir que te amo, porque sé que lo sabes y te lo enseño cada segundo despierto de mis días.
Pero el día de hoy me emociona y quiero celebrar contigo.
El milagro de la vida. A veces aún me cuesta creer que te formaste de una célula dentro de mi.
La belleza de verte evolucionar en tu propia persona, saliendo seguro a mi y a tu padre, pero sobretodo siendo simplemente tú.
El logro de haber superado este primer año de madre y de haber hecho, creo, un trabajo decente.
Las cosas que cambiaría si pudiese volver a ese primer día y volver a vivirlo todo—sí, hay unas cuantas! Han sido increíbles lecciones de vida y quizás un día las pondré por escrito.
La maravilla de darme cuenta cada día más que hay una tercera persona—una persona bonsai, pero siempre más real y presente—en nuestra casa. A veces todavía me resulta raro.
Los desafíos que has llevado contigo en la relación entre tu padre y yo. Después de sobrevivir a este año y a todos los días de tormenta emotiva, creo que podemos sobrevivir a cualquier cosa.
Este nuevo sentimiento que siento desde que llegaste. Quizás un día le pondré un nombre, porque seguro que no es solo amor.
Feliz primer cumpleaños, mi hombre bonsai! (Y feliz primer año de mamá a mi. Lo conseguiste, Carlotta!)
