Hoy hago huelga, soy mamá y nada más
En los dos días pasados, he empezado a escribir cinco posts sobre bebés, dos criticas de productos, tres artículos sobre la alimentación complementaria. No he terminado ninguno.
Me gusta tenere una rutina, escribir en días fijos, mantener mi compromiso de publicare por los menos dos posts a semana.
Uno puedo pensar que es fácil: estoy trabajando menos y tengo mucho material de que escribir. Y es así. Pero hay días que simplemente no funciona. Me siento al ordenador, apago el móvil y escribo. Lo juro, eso es lo que hago. Mira de la ventana en esos días y me verás sentada al ordenador, en un piso silencioso, concentrada como puede serlo una mamá con un bebé que gatea a su silla cada pocos minutos y pide atención — le doy unos mimos, le vuelvo a sentar en el alfombra con un juguete y corro a escribir lo más rapido posible (a veces consigo escribir hasta dos frases enteras!).
Así que hasta en esos días consigo ser algo productiva y publicar (por eso si te interesa, he escrito un post sobre como ser mamá trabajadora y mantener un blog).
Yo puedo. Si duermo por la noche, puedo hacer cualquier cosa. Pensé animándome en uno de esos días hace unas semanas.
Últimas palabras famosas! Oliver ha entrado en la peor fase de sueño de sus nueve meses — puede ser cualquier cosa, dientes, frío, hambre, desarrollo, regresión del sueño…
Resultado? No estoy durmiendo mucho por la noche — en dos días he dormido una media de 7 horas despertándome cada hora o dos. No estoy durmiendo por el día — aunque no dormimos por la noche, ¿como podemos recuperar por el día con tantas cosas para ver y hacer y de que sonreír?
Así que hoy esto es todo lo que vas a leer en mi blog. Una queja. Nada más.
Vuelve el lunes y encontrarás una critica de la trona de Babybjörn (es fenomenal!). Vuelve el miércoles y podrás leer una entrevista especial para La Tela a Cristina de Montessori en Casa. Vuelve el viernes y quizás te diré Feliz Navidad.
Pero hoy tengo el bloqueo de escritor. Estoy en huelga. Me cojo un día libre. Soy mamá y nada más. Sea como sea, ahora Oliver y yo nos hacemos guapos y salimos.
Oh, y no, no me he olvidado de los ganadores del sorteo. Los podéis ver aquí.
